Ayurveda viene de la palabra «Ayur»: vida, «Veda»: conocimiento, ciencia, y es un sistema médico de origen hindú hace más de 5.000 años, es un sistema curativo y preventivo que promueve la salud, bienestar y belleza logrando armonía en niveles físicos, mentales y espirituales.
Postula que los seres vivos somos un microcosmos dentro de un macrocosmos y la importancia de coexistir en armonía con la naturaleza y nuestra propia esencia. Al integrar el autoconocimiento te permite comprender tu naturaleza única, para así hacer elecciones más conscientes que abarcan alimentación, movimiento, descanso, respiración, uso de especias/hierbas, junto a otras rutinas de autocuidado.
En invierno la energía es más densa, de acumulación y los elementos más presentes son el agua y tierra; humedad, densidad, pesadez, estructura. Por lo tanto nuestra energía se vuelve más pesada y estamos con una energía más introspectiva.
Al llegar la primavera nuestra energía se vuelve más liviana, más ligera, aparece la energía del calor o del fuego y la energía del aire (brisa, viento). Estos van convirtiendo la energía fría y densa del invierno en una más liviana y licuando este «barro invernal». Lo mismo ocurre con nuestra energía interna, la cual en primavera comienza a licuarse y fluir tanto física como mentalmente. Es por esta razón que si bien vamos recuperando nuestra energía, también aumentan las alergias, asmas, resfriados y las mucosidades en general. Esto al mismo tiempo va limpiando nuestras vías y canales: la energía comienza a fluir, junto con esas toxinas acumuladas en invierno, sobre todo al excedernos con comida pesada, procesados, masas, azúcar refinada y lácteos (más detalles los encuentras en el artículo “Por un invierno en equilibrio”).
Ahora ya sabes que si tienes tendencia a las alergias, pesadez o cansancio excesivo, es necesario hacer un cambio interno de acuerdo a los ritmos estacionales, ya que si bien en invierno nuestro cuerpo necesita mayor reposo e ingesta de calorías para temperar las bajas temperaturas, ahora que vuelve el sol no lo necesitarás en igual medida porque el cuerpo comienza a pedir otro tipo de alimentos y actividades, y ahí la importancia de escucharlo, de reconectar, ver de qué realmente tienes hambre (experiencias, cariño, atención, placer, etc), comenzar a ver los frutos de lo sembrado y fluir junto a esta energía liviana, cálida y expansiva de la primavera.
Importante empezar a comer más fresco, más natural, más verduras, frutas y alimentos crudos. Evitar los alimentos muy grasos y pesados, pero siempre y lo más importante, siguiendo nuestra intuición y consciencia corporal, mental y emocional.
Recomendaciones que apoyan tu equilibrio en primavera:
La energía primaveral nos invita a salir de nuestra zona de confort, limpiar, activar, crecer y florecer. De volver a retomar hábitos que te hagan sentirte bien, vital y conectada con tu cuerpo.
Tener una buena relación contigo y tu cuerpo es la base para tener un buen autocuidado y una vida consciente. ¿Qué prefieres, el sufrimiento de quedarte en donde estás o el dolor que provoca el crecimiento?
Si sientes que ya es momento de crecer, escúcha-te que no hay mejor momento que este. ¡A florecer! Mereces ser tu prioridad.
Por larga vida y con mucha salud!
Jo Lezaeta.